El miércoles tuvimos el placer de poder entrevistar a un grupo que va a dar mucho que hablar con su sexto disco, El Fluido García, psicodelia, solos de guitarra y mucho sexo es lo que trata el nuevo trabajo de Sidonie. Tres amigos la mar de simpáticos y cercanos, incluso entraron tocando la guitarra a la sala donde se dio la entrevista, nos hablaron acerca del pasado, presente y futuro de la banda.
Lo primero que queremos comentaros es acerca de la grabación del disco, comparada con la de El Incendio, esta los seguidores la pudimos ver llevada con algo más de secretismo, era un misterio saber con qué sorprenderíais, ¿cómo vivisteis la grabación de El Fluido García?
Claro, te refieres al proceso previo, ¿no? sí, el proceso de grabación de El Incendio fue más exhibicionista, también tiene relación con lo que está ocurriendo alrededor en cuanto a las redes sociales se refiere. Fue un momento en el que nos gustó citar en un diario de grabación cosas que iban ocurriendo en el proceso, así como el ir colgando constantemente fotografías que enseñaban a la gente lo que iba pasando con El Incendio. Y aquí nos ha gustado cambiar, cambiar y buscar fórmulas distintas. Quisimos buscar todo lo contrario precisamente, que es el secretismo y el misterio. Generar misterio porque en realidad así sacábamos algo que era muy real, el hecho de que estábamos los tres, tiene mucho que ver con el hecho de que los tres estábamos encerrados en el local primero, luego en el estudio, y que queríamos precisamente exaltar aquello que ocurría entre los tres y que nadie se interpusiera en ese proceso. Y ese nadie es cualquier persona, músico, productor, aparte de los productores de confianza nuestros que son Santos y Fluren, que luego se unen al proceso, pero aparte de estas dos personas que luego entran, el resto no queremos que se interponga nadie, estamos los tres y eso tiene que ser así. Con el hecho de que tú empieces a colgar fotos y hables sobre ese proceso invitas a que la gente entre, y era algo que no deseábamos esta vez porque lo que nos molaba era precisamente eso. Nosotros estábamos en Poblenou, era como una buhardilla y ahí estábamos rodeados de instrumentos analógicos, cachivaches sonoros, y era eso tío, la esencia de este disco, el resultado final es producto de ese momento. Muchos amigos de Barcelona nos contaban “pero tío siempre nos contáis cosas, ¿no?”, más allá de las redes sociales, a la gente más cercana, la familia, mi madre “siempre me has enseñado algo que has ido haciendo y esta vez…”. No, no queríamos hacerlo, estamos ahí metidos y concentrados esperando a que llegue el momento.
A pesar de llevar el disco en el mercado una semana ya habéis presentado temas pertenecientes a este en los conciertos que habéis ido ofreciendo desde el Low Cost, ¿cómo se ha visto la respuesta de la gente hacia las nuevas canciones?
Nosotros no podemos decir nada que no sea bueno al respecto porque es la sensación que hemos tenido. Desde que El Bosque como canción empezó a sonar en directo, y sin que la gente la hubiera escuchado previamente veíamos que generaba un movimiento. Es verdad tío, y yo creo que el río mántrico de la letra también hace que al segundo estribillo la gente esté tarareándolo. Ya la sensación fue muy buena y claro, por supuesto después haberlo sacado como adelanto y que la gente lo haya escuchado todavía más. Sorprendente instante en que, esto en directo eh, para la canción, la gente se pone a aplaudir creyendo que ha terminado y haces no, un momento, que ahora viene el rock, el solo de Marc con el cambio de ritmo (risas). Y hostia, pues tío es un momento también que sorprende y que gusta. Impresiones al respecto, me refiero a las nuevas canciones en directo, muy buena, y muy bueno porque yo creo que por el hecho de haberse grabado como se han grabado, en directo, hace que nos surja de una forma muy natural, que suenen como suenan. Hay discos complejos como Fascinado porque hubo mucho cambio, aparte del idioma, se rechazaba el uso de guitarras para utilizar sintes, luego cuando esto llegó la hora de tocarlo en directo pues sí necesitamos de muchos ensayos y muchos bolos para adaptar ese repertorio y que los temas sonaran bien. En El Fluido García apenas se ha hecho el ejercicio de convertirlo al directo porque es lo que hacíamos en Music Lan, los estudios donde la grabamos, y eso con un técnico de cojones que es Jordi…Búa sale a la primera y ya está vivo.
Hemos podido escuchar que en este nuevo disco las partes instrumentales, al igual que las armonías vocales, cobran un mayor protagonismo, incluso llegando a aparecer una pieza instrumental, Negroni, ¿creéis que esta vez os habéis centrado más en darle una importancia mayor a la música? Sin llegar a quitarle el protagonismo principal a la lírica, claro está.
Sí, yo creo que la melodía es algo que prima en el grupo, sin duda alguna. Pero de dónde venimos que es El Incendio, donde no hay partes donde se pueda expresar lo instrumental más allá de lo vocal, aquí nos encontramos con que las canciones permiten ese espacio para lo instrumental. Si te plantas a escuchar discos como el primero, siempre nos ha gustado dejar mucho margen a lo instrumental. En este caso vuelve a ser así y entran en acción cosas que no había, que es el solo, hay solos de guitarra, hay solos de batería. Nos ha apetecido eso porque las canciones nos lo han permitido. La canción te lleva a que puedas jugar con eso, y te lleva a los solos, a que puedas tirar de lo más atmosférico y luego volver al estribillo.
Durante la “gira del trio”, entre las canciones nuevas que pudimos oír que posteriormente aparecerían incluidas en este sexto disco estaba Querido lector, que finalmente acabaría siendo la cuarta parte de la gran Bajo un cielo azul (de papel celofán), con una estrofa más y como canción independiente ¿qué os llevó a añadirla a Bajo un cielo azul?
(Muy sorprendido) Muy bien que me lo preguntes, hostia, correcto tío. Mira Querido lector es cierto que Marc la entendía como una canción sola y por otro lado él había desarrollado toda esta canción compuesta por varias partes que es Bajo un cielo azul. Cuando nos tocó esa canción, y teniendo aparte Querido lector, luego se habló que quizá sería muy bonito que quien la cerrara fuese Querido lector. Es una de las cosas que ocurrieron en el local y fue muy bonito porque Marc llevaba tiempo dándole vueltas a eso, son esas cosas que demuestran la conexión: “Oye tío y ¿Querido lector aquí? Sí, lo quería probar, pero no sabía si decíroslo”. Se grabó, requirió quitarle una estofa y, por lo tanto, un último estribillo y así quedó.
Conocemos que a la hora de elegir el orden de las canciones de los discos, cada uno apuntáis vuestra lista en una servilleta y negociáis, ¿quién ha salido más ganando o perdiendo esta vez?
(Risas) En esta vez ha salido perdiendo Jesús, pero por mucha mucha mucha diferencia. Jesús entró en un proceso de locura temporal. Cada uno en su casa hablábamos sobre el repertorio y nos íbamos diciendo “hostia tío qué difícil, parece que es el disco en el que hacer el repertorio va a ser el más complicado”, y en cambio quizá más importante. Son canciones con muy pocos medios tiempos, era muy importante donde colocar, por ejemplo Bajo un cielo azul, para que aquella intensidad, ese arsenal bestia se relajara para luego entender lo que termina pasando en el disco. Le dábamos muchas vueltas, pero sí que coincidíamos. Pero Jesús empezaba a transmitir locuras como “pues yo quitaba estas dos canciones” o “yo creo que habría que empezar con El Bosque”, cuando eso estaba más que hablado, empezó a enloquecer. Nos reunimos y lo maravilloso fue que Marc llegó, nos enseñamos el repertorio y búa, estaba clavado y eso es muy complicado, solo había una canción que bailaba de arriba o de abajo.
¿Cuál fue esa canción?
Pues creo que tiene que ver con El Aullido que se movía una o dos, no recuerdo exactamente. Pero el resto eran clavadas y fue como los pelos de punta. Muy bestia. Y Jesús nos mira y nos dice “bueno mejor el mío no os lo enseño, confió en vuestro criterio y en esta conexión que acaba de ocurrir, esto es lo que vale y a por ello, tenía variantes, pero mejor no os las transmito porque vamos a volvernos locos” (muchas risas).
Hostia, eso es una risa, porque tú has visto a Sidonie desde muchas facetas, pero si alguien te hablara de los primeros conciertos en Fascinado, e incluso antes, ha habido desnudos integrales, caretas, vestidos de astronautas paseando entre el público, Marc con un tejón en la cabeza, Jesús con un tomate y yo de Pantera Rosa, y la Pantera Rosa sodomizando al tejón… cosas muy bestias, un espectáculo circense que ahora también se representa en nuestra actitud en directo, ese desparpajo y esa actitud de querer que el público esté ahí. Contrasta mucho con el primer concierto que dimos. El primer concierto íbamos de negro los tres, ultra tímidos, Marc se limitó únicamente entre canción y canción a decir “Bona nit, som Sidonie”, es decir, “buenas noches, somos Sidonie”, ya está, y cuando lo decía bajaba la cabeza, iba al ampli, hacia ver que lo tocaba como una excusa para no mirar al público, y yo al terminar una canción hacía ver como que afinaba la caja. La actitud era la de mirar abajo, y un día haces clic y te das cuenta de la importancia de reforzar lo visual. Guardas un buen recuerdo precisamente por el contraste, porque parecía que éramos nosotros muy de negro y no nos movemos, y luego terminas haciendo el cabra (risas).
